Observatorio Puig des Molins
All Sky |
Estación Meteorológica del OPM |
Cielo en Sant Jordi |
OBSERVATORIO DE PUIG DES MOLINS: UNA VENTANA AL SISTEMA SOLAREl Observatorio de Puig des Molins (OPM), construido en 1956, es el más antiguo de los que existen en Balears y ha funcionado desde ese año de manera prácticamente ininterrumpida. En 2014 sufrió una profunda renovación técnica, que lo dejó listo para seguir operando durante el presente siglo. El observatorio es propiedad del Ayuntamiento de Eivissa y es gestionado por la AAE. Desde 1956 y hasta el año 2000 aproximadamente, el OPM contó siempre con el mismo telescopio, un espléndido refractor comprado por un vecino de Eivissa en Bélgica en los años de la Primera Guerra Mundial, si bien había sido construido algo antes. Se trataba de un telescopio de 160 mm de abertura y 2.600 mm de focal, con óptica de la casa francesa Sécretan. La montura, ecuatorial alemana, iba montada sobre columna de fundición y fue construida por la empresa Bardu, también francesa. El seguimiento ecuatorial era impulsado mediante un peso y un sistema de relojería con regulador de paletas Foucault. En definitiva, una auténtica pieza de museo que se conserva en magnífico estado en unas dependencias del Ayuntamiento de Eivissa, más de cien años después de que dicho instrumento fuera construido. Sus acabados en latón de color bronce y su estética clásica le confieren un aire decimonónico que evoca la época de los primeros descubrimientos de la astronomía mundial. Fue con este telescopio con el que muchos ibicencos observaron por primera vez los planetas, la luna o las estrellas. En aquellos años en que la tecnología no estaba tan desarrollada como ahora, los visitantes del OPM debían ayudar en ocasiones a mover manualmente la cúpula para que su ventana coincidiera con el lugar al que apuntaba el telescopio. La oposición de Marte de ese mismo año 1956 o la llegada del cometa Halley en 1986 han sido algunos de los momentos más destacados de la primera época del OPM, si bien la observación de Júpiter, Saturno o la Luna ha sido constante durante toda la historia del observatorio, exceptuando algunos periodos en que ha permanecido fuera de uso por diversas razones. En 2014, gracias al Consorcio Patrimonio de la Humanidad, liderado por el Ayuntamiento de Eivissa, y al Consell de Eivissa, el OPM experimentó un nuevo impulso, justo cuando el viejo telescopio refractor ya había agotado sus posibilidades de observación, aquejado por varios males. Tras unos años de inactividad, en diciembre de 2014 quedó oficialmente reinaugurado el nuevo observatorio, que incorporó un nuevo telescopio (en realidad, dos), quedó equipado informáticamente y renovó íntegramente el recinto, incluyendo una pequeña aula con capacidad para una veintena de personas. El OPM se estructura del siguiente modo. Consta de dos pequeños edificios. Por una parte, la torre del observatorio propiamente dicho, que dispone de tres niveles. La planta baja hace las veces de pequeño almacén y aloja los lavabos. La primera planta acoge la Sala de Control, donde se encuentran los ordenadores que almacenan las grabaciones planetarias, lunas y solares que efectúan las cámaras astronómicas del observatorio. La planta superior es la que acoge la cúpula. En ella se encuentran, sobre una columna, dos telescopios. El principal está dedicado a la observación nocturna y, a lomos de él, hay instalado el telescopio solar, dedicado exclusivamente a la observación del astro rey. El telescopio principal (un Celestron C14) ha mejorado de forma muy notable las posibilidades del anterior instrumento, puesto que dispone de una abertura de 380 mm frente a los 160 del primero, lo que permite aplicar mayores aumentos en la observación sin que ello vaya en merma de la nitidez de la imagen que se aprecia. De este modo, la contemplación (en noches con estabilidad atmosférica) de Júpiter, Saturno o la Luna constituye un espectáculo que permanecerá grabado en la retina del observador a lo largo de su vida. La espectacularidad de los cráteres lunares supera siempre las expectativas de los visitantes del OPM, que pueden disfrutar de accidentes geográficos de inesperada belleza sobre la superficie de nuestro satélite. Los anillos de Saturno, por otra parte, arrancan no pocas exclamaciones de admiración entre las personas que vienen a contemplarlos, pues tan singular “adorno” planetario se aprecia con total nitidez gracias al telescopio C14. Lo mismo sucede con Júpiter, planeta en el que es posible contemplar sus principales sistemas nubosos, a modo de franjas paralelas que cruzan su disco. En noches especialmente favorables, puede verse de forma clara la célebra Gran Mancha Roja, a modo de “peca” anaranjada sobre la superficie del planeta. Y, acompañando a Júpiter, su permanente corte de cuatro lunas principales. El Sol es el gran protagonista de las sesiones matutinas del OPM. Gracias al telescopio refractor Vixen de 140 mm de abertura y su juego de filtros solares, los visitantes pueden apreciar las llamaradas (fulguraciones) que emite nuestra estrella, así como las manchas solares que aparecen en su disco. Sólo con este tipo de filtros puede observarse el Sol, pues jamás debe intentarse observarlo con telescopios ordinarios o prismáticos. Desde su reinauguración en 2014 y gracias a la firma de un convenio anual con el Ayuntamiento de Eivissa (que subvenciona con 20.000 euros el mantenimiento de las instalaciones), centenares de jóvenes y adultos de la isla disfrutan de cielo gracias al observatorio. En 2015, el número de visitantes fue de 1.000, pero en 2016 su número ya superó los 1.100 y en 2017 se volvió a incrementar dicha cifra, lo que evidencia el creciente interés de la población por la ciencia y, en particular, por la astronomía. El observatorio es visitable, como norma general, los martes y jueves por la noche y los miércoles por la mañana. Los miércoles son los días preferidos por colegios e institutos, para ver el Sol, mientras que las noches son más solicitadas por grupos de adultos. Las solicitudes para visitar el OPM pueden cumplimentarse en el banner correspondiente de la web www.aaeivissa.com La visita consiste, en primer lugar, en una breve charla en el aula sobre el objeto/s que se podrá observar esa noche para familiarizarse previamente con él. Acto seguido, se sube a la cúpula para contemplar el astro o astros en cuestión a través del telescopio y completar la información sobre lo que se está observando. |
Reservar Cita
Mira las fotos obtenidas por el OPM: |